La magia de

Reciclar latas

Embárcate en un viaje
que nunca termina

Recogida

El primer paso es recoger las latas. Si no se recolectan correctamente no pueden ser recicladas. Por eso recuerda: tu lata, siempre, al contenedor amarillo.

Separación

Las latas van a una planta de tratamiento, donde se separan de otros materiales usando corrientes magnéticas.

Compactación

Las latas separadas son compactadas en grandes y pesadas balas cúbicas que se envían a una planta de reciclaje.

Trituración

Las balas de latas son trituradas en pequeñas piezas, las partículas de hierro o acero se sacan de la cadena con la ayuda de un electroimán, y el aluminio es aislado mediante unas corrientes llamadas de Foucault o Eddy Currents.

Refundición

Los fragmentos se calientan en corrientes de aire para eliminar las lacas y colores. La energía inicial de este proceso se recupera, lo que minimiza el gasto inicial de energía.

Fundición de lingotes

En la planta de reciclaje las latas se funden y forman grandes bloques de aluminio. No hay ciencia espacial aquí, ¡sólo se están fundiendo!

Laminación

Los bloques se convierten en finas láminas que se enrollan en bobinas, las cuales servirán para crear nuevas latas.

Fabricación

Las latas de bebidas se fabrican moldeando el aluminio en forma cilíndrica.

Latas de bebidas

Las latas son impresas a una velocidad tremenda con extrema precisión. Ahora ya están listas para ser rellenadas y volver a estar a la venta.

Y TODO EMPIEZA DE NUEVO

El proceso completo es increíblemente rápido – las viejas latas de bebidas llegan a formar parte de una nueva bici, un coche, una cafetera o incluso nuevas latas tan solo 69 días después de ser recogidas. Y cada lata puede ser reciclada una y otra vez sin perder sus propiedades, infinitamente.

 

El ciclo que
nunca termina

Una vez vendidas, vaciadas y colocadas en un contenedor de reciclaje, las latas de bebidas hacen el mismo viaje una y otra vez, ¡para siempre!

No hay pérdida de calidad ni de material, y el reciclaje ofrece un ahorro de energía del 95% en comparación con una lata de aluminio virgen. Con el tiempo, eso es un gran beneficio ambiental.